El 12 de enero se dio a conocer la demanda que interpuso el jugador de Junior, Nilson Castrillón, contra el Tolima y su presidente Gabriel Camargo. La demanda radicaba en que los dirigentes del club habían falsificado la firma del jugador para hacerlo cumplir un contrato del cual él no tenia conocimiento.

Ante esta situación, el cuadro tolimense lanzo un comunicado en donde desmienten dicha acusación y dicen que lo que los representantes de Castrillón afirman carece de argumento y solo era una excusa para “desconocer compromisos contractuales adquiridos con la corporación deportiva, buscando lucrarse de manera irregular”. 

Ya que las dos partes presentaron sus evidencias todo queda en manos de la Fiscalía General de la Nación quien es la encargada de analizar la situación y ver a que solución se puede llegar. Mientras tanto, en Junior esperan una respuesta y que esta no aplique una sanción deportiva para el jugador.

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