Junior sigue sin conseguir buenos resultados de visitante y a…
Julio Comesaña: “Mi mayor recuerdo es quedar campeón con Junior en 1993”
El entrenador de Junior de Barranquilla habló sobe el estadio de su equipo, a 34 años de su inauguración.
El Estadio Metropolitano cumplió ayer 34 años desde su apertura. Un 11 de mayo de 1986 se inauguró el estadio que reemplazó al Romelio Martínez como la casa de Junior de Barranquilla, y se terminó convirtiendo en la casa de la selección.
Más de tres décadas después, este recinto ha sido testigo de grandes alegrías para el hincha rojiblanco, que ha acompañado a su equipo en 10 títulos nacionales desde esa fecha.
Uno de los más recordados, que se ganó en tierra barranquillera, fue el título de liga en 1993. Miguel Guerrero fue el goleador de ese campeonato, con 29 goles, mientras que Julio Comesaña era el entrenador.
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27 años después, y tras varia etapas, el uruguayo de nuevo está al mando del club ‘tiburón’, y habló en Gol Caracol sobre sus vivencias en el Estadio Metropolitano, al que considera un lugar sagrado.
“El estadio Metropolitano, para mí es un lugar sagrado porque en mi vida he vivido grandes emociones. Mi mayor recuerdo fue el título de 1993, se volvió un estadio invulnerable. En otros sufrimos derrotas, pero el ‘Metro’ se volvió un escenario que nos llenó de confianza siempre y nos dio muchas garantías de éxito, cuando la gente está emocionada es una maravilla”, expresó.
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Sobre el ambiente del ‘Metro’, Comesaña resaltó el apoyo constante de la gente.
“Los estadios tienen sus características. En Colombia hay escenarios muy bonitos, que tienen un entorno precioso, como el Atanasio, El Campín, pero la gente en Barranquilla, con Junior y con la Selección es una locura; la gente engalana ese escenario. Es el colorido, la gente entusiasma y participa de una fiesta; es un estadio extraordinario”, aseguró.
De la misma manera mencionó el clima de la ciudad, clave en cada partido, y recordó una anécdota vivida con un jugador que sufrió la humedad local.
“Toda la gente que viene a jugar aquí dice lo mismo, incluso los jugadores. En este torneo, o el pasado, en la cancha, en un momento en el que la pelota salió, un argentino vino a pedir agua y me dijo que nunca había vivido algo así con la humedad y el calor, ¡y era de noche! Yo me quedé mirando y le dije que eso no es nada a esa hora. Nosotros que vivimos acá no es que no lo sentimos, pero sabemos que los rivales en algún momento dejarán de correr, es una cosa lógica”, finalizó.
Por: Gina Kadamani (@GinaKadamani)
